El ejercicio contemplaba derribar el actual Ayuntamiento de Balaguer y proponer uno de nuevo. Aprovechando el ejercicio, se trabajó con la idea de romper la discontinuidad topográfica que existe entre la plaza mercadal y la muralla. En primer lugar, sugerimos que el ayuntamiento se disgregue en dos edificios públicos distintos: el Ayuntamiento y la Policía local, todo proponiendo una dualidad y tenacidad proyectual. Se disponen separados por unas escaleras centrales que conducen hacia a una plaza a nivel y al mismo tiempo continúan hacia el camino de la muralla. Cabe decir, que el edificio garantiza la accesibilidad mediante ascensores de dominio público.
La cualidad arquitectónica del Ayuntamiento, reside en un patio central desplomado que regala unas vistas hacia la muralla de Balaguer des del mismo hall del Ayuntamiento, todo acentuando uno de los elementos con más importancia del municipio, además de proporcionar perspectivas internas entre departamentos. De un mismo modo la piel del edificio tiene la propiedad de otorgar imagen institucional y nuevas visuales hacia la plaza del mercadal.